Re: Mens sana in corpore sano

por **Jill Y. Knuckhör** Miér Dic 26, 2012 7:20 am

Con tanto tiempo libre por delante y aquel temporal del diablo que se venía levantando estos últimos días no sabía qué hacer para que las horas transcurriesen con más rapidez. Una de las opciones podría ser convocar a los alumnos para hacer alguna excursión a las montañas o cualquier sitio helado y, posiblemente, cubierto de nieve, pero me daba demasiada pereza salir con aquella rasca que helaba a más no poder. Pero claro, también me daba mucha pereza quedarme de brazos cruzados en mi casa o en mi cuarto dentro del internado. Necesitaba encontrarme en activo todo el rato porque era puro nervio dado mi naturaleza hiperactiva e inquieta, y aunque estaba muy perra como para moverme a algún lado, decidí ir al gimnasio; últimamente lo tenía bastante abandonado. Hacía más de un mes que no lo pisaba, muy mal por mí, ya era hora de ir retomando mi ejercicio diario aunque simplemente fuera por gandulear un rato y salir de aquel estado tan perro en el que me encontraba.

Vestida con un top deportivo de color morado con el simbolito de una marca mundialmente conocida que no voy a citar para no dar promociones gratuitas en negro, que dejaba mi vientre a la vista y unas mallas deportivas negras ajustadas a mi cuerpo, toalla blanca al hombro, mochila a la espalda y móvil en la mano subí al gimnasio dispuesta a practicar un poco de kit boxing o full contact, según me diese una vez estuviera allí. Por los pasillo y al entrar a la sala donde me dirigía noté las miradas de varios alumnos, algunos pertenecían a mi clase pero muchos otros sólo los conocía de verlos merodeando por los amplios terrenos. Sabía que mi nuevo look extravagante y guerrero de pelirroja potente con aquel tatuaje que me había hecho recientemente y me cruzaba todo el brazo derecho no pasaba indiferente entre la gente que ya estaba más que acostumbrada a verme cada x tiempo con un look diferente pero, precisamente con este, sabía que les imponía bastante respeto y temor. Sonreí con diversión alzando más mi cabeza orgullosa por tener tal efecto en ellos.

Pasé como si nada recorriendo lo largo del gimnasio hacia la zona pesada donde pocas mujeres llegaban, era más propio ver hombres allí que alguna mujer tratando de levantar alguna pesa de aquellas tan grandes; pero claro, yo no era una mujer cualquiera, era mucho más que eso y siempre iba contra todo lo que debía esperarse de una dama... Puaj. Me detuve frente a un pequeño ring de lucha que había en uno de los extremos y me agaché para sacar de mi mochila unas vendas protectoras con las que vendarme las manos para amortiguar los golpes, en eso, una voz bastante familiar y que me volvía loca me sacó una buena sonrisa en el rostro, suerte que me encontraba de espaldas a él. -Si tuviese un mal día ya me habría llevado a los alumnos a un acantilado o un volcán activo para despeñarlos vivos.- bromeé soltando una pequeña carcajada mientras me enderezaba y me daba la vuelta para mirar a Drago. -Y si quisiera desahogarme... créeme que tengo formas varias de hacerlo.- le eché una ojeada indiscreta y totalmente directa empezando de sus pies y terminando por sus ojos con una sonrisa en los labios desafiante a la vez que coqueta y guiñándole un ojo tras finalizar, riéndome. Me di la vuelta para terminar de envolverme una mano con la venda y tomar la siguiente para hacer lo mismo con la otra mano. -¿Tanto te extraña mi presencia aquí?-

por Invitado Miér Dic 26, 2012 12:18 pm

-Mm... encantadora, como siempre- comento irónicamente ante su idea de torturar un poco a sus alumnos para compensar malos días pero aún así no esperaba menos de alguien con su carácter así que me limito a sonreír de lado mientras me pongo en pie y me acerco al pequeño ring, quedándome a nivel de suelo pero apoyándome en una de las cuerdas para observarla desde ahí abajo.

-¿Y por qué no me las dices? Seguro que son interesantes- acompaño su risa porque ambos sabemos que no se trata de algo que vaya a poder soltar abiertamente con alumnos por aquí y entonces salto hasta subir al ring, acercándome a ella por detrás -La verdad es que ya hacía un tiempo que no te veía por aquí- admitámoslo, creo que los dos lo sabemos pero supongo que habrá estado más liada de lo habitual. O sencillamente no le apetecía, con Jill es difícil intentar planificar o adivinar sus movimientos porque tiende a actuar sin pensar pero es uno de sus encantos -¿No ves que ya te echaba de menos...?- susurro inclinándome un poco hasta su oreja con tono seductor, llegando a rozar sus múltiples pendientes con la nariz antes de apartarme para quedarme de pie delante de ella, a poco más de un metro de distancia.

Miro de reojo el gimnasio para comprobar que algunos chavales aún siguen por ahí, curioseando en nuestra dirección de vez en cuanto porque supongo que ya se huelen como puede terminar la situación. Entonces me centro de nuevo en la pelirroja sonriéndole con cierta suficiencia, sólo para incordiarla un poco, y empiezo a imitar su gesto, envolviéndome los nudillos y la mano de manera meticulosa -Necesitarás un contrincante, ¿no?- en su caso no es necesario andarse con moderación por mucho que se trate de una mujer y de hecho estoy seguro de que se ofendería en tal caso pero es verdad que a veces la consiento más de lo debido... aunque no tiene nada que ver con eso -Supongo que un combate no sería lo mismo sin una apuesta- añado con evidente diversión mientras abro y cierro los dedos de la mano recién vendada para asegurar su movilidad. Acto seguido recorto la distancia entre ambos y la ayudo a vendarse la mano derecha, ya que con la izquierda y la boca tiende a ser un poco coñazo.

por **Jill Y. Knuckhör** Miér Dic 26, 2012 4:42 pm

Sus palabras me causaron risa. Con él pocas veces había estado seria, siempre que nos encontrábamos, fuera donde fuese, siempre había como un aura de buen rollo que me ponía del mejor humor posible. No sé cómo narices lo hacía pero a su lado estaba en una nube, podía ser yo con total libertad sin temor de caer en tontos prejuicios que la gente solía sacar a relucir de forma equivocada en cuanto me comportaba de una forma un tanto vulgar o grosera; sin embargo así era yo y no iba a cambiar por nadie, a quién no le gustase puerta. Podría comportarme muchas veces como un tío pero en aquellas ocasiones que se requería ser una dama sacaba todos mis buenos modales y me comportaba de forma muy femenina. Solo era cuestión de jugar bien las bazas.

-¿Yo? ¡Pues claro! ¿Acaso no ves lo dulce y encantadora que soy siempre? Soy puro amorr.- puse mis mejores morritos junto a un parpadeo coqueto con mis párpados aparentando inocencia y dulzura, después irremediablemente solté una carcajada vitalicia. En algún momento de nuestro inicio de conversación había olvidado por completo la presencia de los alumnos, era como si teniendo delante al dragón ya todo el mundo sobrara automáticamente y todo quedara reducido a los dos. Cerré los ojos de inmediato al sentir su presencia demasiado cerca de mi, tanto que hasta los pelillos rubios casi invisibles de mis brazos se me erizaron y la carne se volvió de gallina. Eso sólo con su cercanía, imaginate cómo me pondría con un solo roce de él pufff.

¡Qué hombre, por dios, qué hombre! Era jodidamente irresistible el condenado y sabía cómo hacer que babeara por él pero soy dura de roer y no caigo tan facilmente demostrando mis debilidades si no que me vengo arriba y opto por ponerme un tanto más... traviesa y picarona. A menudo, cuando me gustaba alguien, tenía tres posibles salidas: tratarlo como la peor mierda existente, ignorarlo por completo o ponerme muy tontorrona. En este caso ocurría una pequeña moderación de la última, me ponía muy tonta con él pero en plan rozando el infantilismo constante con marices de rebeldía y locura incontenible. Rápida, antes de que se notase que me tenía loquita, me giré para mirarle por encima del hombro y me llevé dos dedos en forma de V delante de la boca, saqué mi lengua moviéndola entre la V de abajo arriba haciéndole aquel gesto obsceno arrugando la nariz para quedar con más cara de bicha. Volví a separarme de él para terminar con mis vendajes aunque él estuvo más rápido que yo ¡maldito sea! y tan caballeroso como él solo me ayudó con la mano que me faltaba. -Mmm con que una apuesta ¿eh? Sorpréndeme entonces..- accedí con curiosidad y una enorme sonrisa feroz en el rostro. Me moví de nuevo rápida cuán felina que rodea a su presa con agilidad y me puse a su espalda pegando un buen brinco para agarrarme de brazos a su cuello de forma estranguladora pero cariñosa y rodeando su cintura con mis piernas, el muy asquerosamente sexy era bien alto menos mal que yo también lo era aunque muchísimo menos que él. -Asi que me has echado de menos... mmm- deslicé mi lengua por uno de mis colmillos superiores; acto seguido le mordí en el pabellón de su oreja derecha. -¿Mucho?- pregunté interesada en su respuesta y muy melosa, a lo que agregué con un ligero ronroneo felino.

por Invitado Jue Dic 27, 2012 2:02 am

Cuando me dedica ese gesto que la mayoría hubieran considerado obsceno y de mal gusto me limito a sonreírle de manera traviesa y juguetona. Yo no tengo problema en que se exprese con esa brusquedad que la caracteriza y de hecho me pone precisamente por eso. Además, la principal ventaja es que yo tampoco tengo que andar controlándome cuando nos encontramos, sobretodo de forma íntima, y eso es algo que se agradece porque ya he tenido varias experiencias desagradables en el pasado de mujeres que terminaban demasiado... digamos, escandalizadas.

-Podríamos apostarnos eso mismo- comento en referencia al gesto de hace un instante mientras termino el vendaje y lo anudo -Pero supongo que mi inconsciente se dejaría ganar y no creo que quieras eso- puntualizo sin demasiados remilgos antes de que se escabulla delante de mis narices así que arqueo ambas cejas momentáneamente pero al segundo siguiente ya la tengo saltando sobre mi espalda así que me limito a negar con la cabeza entre risas, sujetando sus piernas para asegurarme de que no termina en el suelo mientras levanto un poco la cabeza porque, joder, casi me ahoga en un primer momento aunque luego sólo se limita a mantenerse ahí agarrada como una lapa, cosa que tampoco me desagrada precisamente ya que todos sabemos donde están apoyadas sus tetas ahora mismo.

Arqueo una ceja intentando mirarla de reojo cuando repite eso y entonces recibo ese mordisco sensual que consigue provocarme una especie de jadeo ronco, cosa que no está bien teniendo en cuenta que hay alumnos presentes pero desde su posición dudo que lo hayan oído -Cada segundo, pero seguro que ya lo sabías- tal vez suene exagerado pero no me cuesta nada complacerla y hacerla sentir un poco más especial, ¿así que porque no hacerlo? Aún así me obligo a contenerme y empiezo a agacharme hasta apoyar una rodilla en el suelo para dejar que se descuelgue de mi espalda con facilidad.

-Si quieres te lo demuestro luego- miro de reojo el acceso a los vestuarios y entonces me centro en ella torciendo una sonrisa entre maliciosa y cómplice pero dejo la idea en el aire para tentarla con ella -Podríamos apostar... el que pierda sale mañana a correr en ropa interior alrededor del campus, el ganador escoge la hora- me encojo de hombros y entonces la miro de arriba a abajo procurando imaginármela con esa escasa "indumentaria", cosa relativamente fácil porque no sería la primera vez que la veo así, lo cuál no significa que me muera de ganas de hacerlo de nuevo así que voy a esforzarme.

Me vendo entonces la otra mano con alguna que otra dificultad, ayudándome con la boca y los dientes hasta que consigo un resultado lo suficientemente aceptable -¿Necesitas calentar...?- pregunto con evidente segundo sentido, como si no hubiera suficiente tensión sexual acumulada en el ambiente.

por **Jill Y. Knuckhör** Miér Ene 02, 2013 4:45 pm

Hice una pedorreta con mis labios al resoplar a disgusto cuando comenzó a agacharse para que me bajara sin ninguna dificultad, tampoco necesitaba que me tratase como una princesita tonta que no sabe hacer nada por sí misma y que todo hay que facilitárselo ¡Pero qué diablos! ¡Me encanta! Por mi me podía pasar el día entero subida a su espalda y apretujándole cuál osito de peluche. Pero bueno fui chica buena y me bajé como así quiso él volviendo a colocarme delante de él chocando mis nudillos para comprobar que los vendajes estaban bien sujetos y colocados para evitar dañarme y dejarme marca de los golpes, pero antes de eso me aseguré de abrirle "el apetito" con un buen mordisco en su mejilla.

-Que sea mejor en pelotas.- corté rápidamente nada más escuchar su propuesta para la apuesta que llevaríamos acabo. Si teníamos que apostar algo mejor que fuese por todo lo alto. Me moriría de risa si él perdía y tuviera que salir a correr alrededor del internado en bolas, cómo disfrutaría con tan excelentes vistas. Me dio un ataque de risa con sólo imaginarme la cara de los alumnos al ver al entrenador de rugby de tal guisa corriendo. Las alumnas quedarían en deuda conmigo, semejante cuerpo expuesto ante sus ojos sería la mejor visión que jamás podrían tener ni en sus mejores sueños pero que de ganar la apuesta se haría todo realidad. -A menos que te de vergüenza salir mostrando tus encantos a los alumnos.- ¿Y qué decir cuando se enterase el director? ¿Qué imagen tendría de ellos? Aquello más interesante no se podía poner.

Eché una mirada rápida en la dirección que me mostraba y sonreí pícara cuando descubrí que se trataban de los vestuarios, ya sabía por dónde iban las riendas como él tendría que saber que no caía tan rápida por más que llenase pisos enteros con mis babas por él. Una tenía su orgullo y dignidad, y planteaba un reto para aquellos señores que de verdad se esforzaban en conseguir su premio. Odiaba a todas esas facilonas y zorras que caían en la cama de todos ante el primer guiño. -¿Acaso piensas frotarme la espalda mientras me ducho?.- bromeé haciéndome la inocente e ingenua como si no supiese a qué se refería con aquello.

La verdad es que nadie sabía cuánto esfuerzo debía hacer para no ceder ante él cuando en mi subconsciente no hacía otra cosa que imaginarme arrancándole la ropa a bocados y devorándole sin tapujos recorriendo cada tatuaje suyo con mi lengua, tocar sus fuertes músculos... -¿Qué?.- sacudí la cabeza cuando terminé de escuchar su voz. Me había abstraído en mis pensamientos mientras me lo comía con la mirada y ahora no sabía muy bien que me había dicho aunque por suerte al cabo de unos segundos mi cerebro trabajó lo justo para recapitular lo mencionado. -Tigretón, como caliente más corro el riesgo de evaporarme.- contesté poniendo mi mejor cara de ángel pestañeando cuán angelita. De inmediato me puse en posición defensiva esperando a que estuviese él listo y preparado para comenzar una pequeña práctica deportiva intercambiando golpes. A ver de qué forma acababa esto...

por Invitado Sáb Ene 05, 2013 4:12 am

-¡Eh...!- protesto vagamente en cuanto me muerde ya que a fin de cuentas no me molesta del todo aunque sé que en parte esa es su intención. Tiende a ser muy alborotadora así que le gustan más ese tipo de gestos que los propiamente afectuosos pero mientras sea capaz también de eso cuando realmente es necesario todos contentos -Humm... no sé si me convence...- admito un tanto contrariado ante su puntualización respecto a la apuesta. Imito entonces su gesto para comprobar los vendajes, no me gustaría terminar haciéndole daño de verdad, y aún me muestro un tanto pensativo hasta que menciona la vergüenza, entonces me río abiertamente.

-Sabes de sobra que no tengo nada de qué avergonzarme- respondo con seguridad para acto seguido arrugar la frente -Pero no me gusta la idea de que otros te vean a ti. Me estaré volviendo posesivo, qué asco doy- al final niego con la cabeza y me obligo a dejar de darle vueltas a esa mierda. No tengo ningún derecho a elegir quién puede y quién no puede verla o tocarla así que aunque no sea algo que me guste me trago la opinión. Sólo tengo que dejarme ganar, tampoco es que sea algo muy difícil teniendo en cuenta lo escurridiza y certera que es siempre en sus golpes.

-Te frotaría la espalda y otras cosas... a consciencia- compongo una expresión de lo más traviesa, arqueando las cejas varias veces y finalmente nos ponemos en posición defensiva uno delante del otro. De hecho nos quedamos así segundos enteros limitándonos a observarnos con intensidad, como si en lugar de boxear estuviéramos a punto de saltar uno encima del otro, pero a pesar de que ganas no me faltan me contengo en parte por orgullo y en parte por el lugar en el que estamos, acercándome con precaución y acortando distancias hasta que uno de mis pies empieza a rozar el suyo, entonces llevo a cabo el primer golpe procurando impactar en su costado pero no resulta tan rápido ni fuerte como podría llegar a serlo. En el fondo soy un blandengue.

por **Soul** Sáb Jun 15, 2013 5:49 am

Soul ha efectuado 1 lanzada(s) de uno (Dado de 6 caras.) :

tdfc5e4yes45y4s45s

por **Soul** Sáb Jun 15, 2013 5:50 am

tfcreudvs4ts4

por **Soul** Sáb Jun 15, 2013 5:50 am

El miembro 'Soul' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'Dado de 6 caras' :
Mens sana in corpore sano Nfqoae

Resultados :
Mens sana in corpore sano 2e0uzcj

por **Soul** Sáb Jun 15, 2013 5:50 am

fvdvbsbesuss

por **Soul** Sáb Jun 15, 2013 5:50 am

El miembro 'Soul' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'Dado de 6 caras' :
Mens sana in corpore sano Nfqoae

Resultados :
Mens sana in corpore sano Nfqoae

por **Soul** Sáb Jun 15, 2013 6:28 am

jsdhyiwgdfyiwe

por **Soul** Sáb Jun 15, 2013 6:28 am

El miembro 'Soul' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

#1 'Piedra, papel o tije' :
Mens sana in corpore sano Frontal_zpsea292de9

#1 Resultados :
Mens sana in corpore sano Dadopapel_zpsf04ccd58

--------------------------------

#2 'Dado de color' :
Mens sana in corpore sano 2rdye52

#2 Resultados :
Mens sana in corpore sano Mwegjm

por Contenido patrocinado