Recordando viejos tiempos (Menrick)

Había estado varias horas encerrada en un aula vacía intentando organizarme y preparar la presentación de mis clases, que aún no daban comienzo, así que tenía un buen dolor de cabeza y decidí despejarme. Y la mejor forma de despejarme era dibujando, así que cogí un bloc de dibujo y un lápiz y me salí fuera.
Al principio pensé en ir a los jardines, donde había bastante que poder dibujar, pero necesitaba tranquilidad y allí había algunos alumnos haciendo un poco de alboroto, así que me dirigí hacia el bosque.
Llevaba un rato andando por allí cuando vi algo perfecto que dibujar. A los pies de un árbol había unas flores silvestres de un color azulado preciosas, incluso parecían posar para mí.
Justo en frente de las flores había otro árbol, así que aproveche para utilizarlo de respaldo sentándome en el suelo. Una piedra me hizo un poco de daño en la pierna, ya que llevaba unos pantaloncitos cortos, pero después de retirarla no hubo más problema al respecto. Me crucé de piernas, abrí el bloc, lo puse sobre mis piernas y empecé a esbozar lo que quería dibujar.

Estaba terminado el dibujo cuando oi movimiento no muy lejos de mi y vi pasar a un chico cabizbajo a paso lento.
Después de mirarlo bien me di cuenta que le conocía.
- ¿Menrick? - debía de estar muy sumido en sus pensamientos porque no parecío ni oírme.
Sonreí y me levanté muy despacio dejando el bloc en el suelo y me fui acercando a él lo más sigilosamente que podía, cosa que me fue facil porque ni cuenta parecía darse de que me acercaba.
Cuando estuve suficientemente cerca le abracé, deteniendo por completo su caminar y dándole un buen susto.
- Menrick, ¿porque me ignoraste, con el tiempo que hace que no veía esas orejitas puntiagudas - Sonrei y le mordí flojito una oreja para a continuación separarme de él riéndome.

Reía divertida. Menrick era tan mono cuando se enfadaba.
- ¿Que manera de saludar es esa? - dije intentando ponerme seria, conteniendo una sonrisa - Trabajo aquí cerca, ¿no sabías? Soy profesora de Whiteland. Aunque lo que no entiendo es que haces tú por aquí, la última vez que te vi estabas bastante lejos de aquí, y a parte no te había visto antes.- Sonreí - ¿O acaso te escondías de mí?
Me acerqué a él y le di un golpecito en el brazo. Después fui rapidamente hacia donde había dejado el blog y volví a donde Menrick con él en la mano.
- Por cierto, ¿a donde ibas? - pregunté curiosa. Al fin y al cabo cuando le vi andando no parecía que anduviera deambulando sin rumbo, daba la impresión de que iba a algún sitio en especial.